2.24.2010

Encuentros del tercer tipo

Bueno pues, ya que a nadie le importó, pues no les voy a contar el chiste del post pasado, al cabos que ni quería.

Ayer expuse sobre Neoplasia Intraepitelial Cervical o lo que muchos conocen como cáncer cervicouterino, me gustó mucho hablar de eso, sentí que manejé muy bien todo el tema y había buena retroalimentación y pues ya, todo bien.

El resumen de mi expo, si van a tener sexo, que sea con condón y no tengan hijos, ummm, fuera de eso no hay muchas cosas que cambiar.

Hoy saliendo del hospital, estaba sentadita en una de las jardineras esperando que llegaran por mi, el sol estaba fuerte, tenía unos brazotes y no podía ver bien a la gente, total que escuché una voz que decía, vamos a hablar con esa muchacha. Yo, como buena persona que soy intenté voltear a ver como se acercaban hacia mi.

Eran dos mujeres, una relativamente joven, yo diría que estaba en los 30, más o menos, vestía un saco rojo, una falda negra larga y zapatillas de tacón grueso, tenía en sus brazos algo parecido a un libro y algunas hojas. No tenía mucho maquillaje o si, no supe determinarlo, pero tenía los ojos muy delineados para alguien de su edad. No habló nunca.

Con ella una señora que aparentaba entre 60 y 70 años, pero que muy seguramente apenas pasaba de los 50, usaba lentes gruesos y sus ojos tenían cataratas, cabello largo canoso, la piel quemada y curtida por el sol, sueter negro y falda negra larga, los zapatos no los vi, sus ojos lastimados me llamaban la atención. Hojas en las manos.

Para ser exactos, tenía revistas pequeñas, creo que todos las conocemos, son la "Revista despertar del Atalaya" o algo así.

Normalmente me atajan mientras voy caminando y hago una señal rápida con mi mano, simulando un no y murmuro algo así como "ahorita no, estoy apurada", cuando no puedo caminar les digo "ni para que te hago gastar tu papel, no la voy a leer", otras veces me sigo de largo o hago como que estoy comiendo o hablando por teléfono (dato: Esa gente ama estar afuera del hospital esperando y hablandole a le gente no se de que).

Total que se me acercaron, la chica que no hablaba estuvo todo el tiempo tapándome el sol, así que eso fue bueno, la señora llegó ofreciéndome la revista esa, inventé un nuevo pretexto "ya me dieron una de esas en la mañana", creo que descubrió mi mentira cuando me preguntó "qué tal te pareció?" y solo pude contestar "ammmmmm, ammmmmmmm, ammmmmmmmmm, he leído algunas si, otras no" seguido de un rápido giro de mi cabeza hacia la calle buscando salvación.

Hablaba y hablaba y hablaba sobre la revista y sobre ella, que ella no era educada, que no había terminado ni la primaria, pero que la revista la educaba, era como si me estuviera diciendo "hola, soy una persona sin criterio que cree todo lo que dice un montón de hojas, ¿quieres leer tu también por que la gente se muere por que nuestra alma se ensucia si recibimos sangre de otras personas? ¿no?", puede sonar exagerado y tal vez esa mujer si es feliz con eso que lee y ella si educa su mente con esas cosas, pero no puedo dejar de preguntarme, ¿cuál es el punto de invitar a alguien más?, es como si fueras a suicidarte e invitaras a otras personas a acompañarte, no se, yo no lo haría, cada quien su vida.

Bueno, en resumen, no las corrí, dejé que hablaran, todo lo que decían me incomodaba o me hacía sentir completamente en desacuerdo, pero fui amable, sonreí, aun cuando me dijeron enfermera, todo bien y se fueron y me quedé con esa sensación que tengo cuando la gente desconocida se me acerca "no me interesa la vida de la gente".

2.19.2010

Una sacada de lengua para todos los que me caen gordos!

Las mujeres nos quejamos de que nunca tenemos ropa que ponernos y díganme si no, que estos son algunos de los pretextos que siempre damos:

1. Nos pusimos eso la semana pasada o la antepasada cuando salimos al súper y ahí nos encontramos a Rosita y pues que pena que me vea que traigo lo mismo que la semana antepasada que fui al súper, que verguenza, que va a pensar que ando de fodonga con la ropa del súper, aunque sea nuestra mejor garra y la mentada Rosita te contó que era su último día en el pueblo por que se iba a Francia (¿Y si se regresa y me ve?).

2. Es que tiene un hilito ahí suelto y pues no, ya está rota, ya no sirve, el mundo se caería, por que el hilito es la conexión directa a las nubes y si lo usas algo pasa que todo se desmorona poco a poco. O bueno, aplica igual con la falta de un botón, un hoyito que nadie ve y demás defectos pedorreros que nadie ve.

3. Es que ya no está de moda y pues, imposible que uno traiga trapos viejos que fueron la onda antes y que ahora pues ya no, aunque estén nuevos, ni para limpiar las ventanas goeeei!

4. No tengo zapatos que combinen con eso, entonces, ¿por qué chingados lo compramos?, muy sencillo, por que, a lo mejor, luego, nos vamos a comprar las botas que vimos en Liverpool, monísimas que costaban un huevo saliendo por el ojo y con cáscara a medio pelar o la chamarra o la bufanda o la falda o la diadema, total que luego vas y ya no está y pues te la pelation like the big ones (por cierto, quiero un pantalón café, si lo ven por ahí, para una bufanda verde que tengo, es que me creo árbol).

5. Todavía no es temporada, tenemos ese vestido que compramos, hermosísimo, aclaro, vintage (ese si lo podemos usar), y ya hace calor, pero el otro día hizo un poco de viento, entonces como que todavía no sabes y ya, descartado, say no more.

6. Resulta que tienes mucha ropa morada y el morado ya no es lo tuyo, entonces hay que botar la mitad de la ropa que tienes, por que antes ese era tu color y ahora ya te hartó.

7. La ropa que tienes te hace verte gorda. Si chulita, seguramente es la ropa, cof cof, nada tiene que ver los cólicos endemoniados y las tortas de mole que te zampaste hace rato. También aplica si dices, me veo muy flaca (I do!), muy viejona, mucha nalga, poca chichi y demás variantes.

8. Es que tu querías ponerte algo con escote!!!!!! y ya, todo lo demás no existe, no tienes nada que ponerte.

9. Es que quiero algo para la noche y tengo puras cosas para el día, para desayunar en la mañana en el restaurant ese que me gusta que está frente al mar o para ir al coffe con las amigas por la tarde después de ir al cine, pero para la noche "0", nada de nada.

Y ya, son las que ahorita me acordé, digo, cof cof, no me ha pasado nunca ninguna de esas, todas a mi hermana que es una berrinchuda, fresona y millonaria, además de que tiene un guardarropa llenísimo de ropa de todos los estilos habidos y por haber, pero ella nuuuunca tiene nada que ponerse.

Bueno pues ya, si, a mi también me ha pasado. ¿A quién no? Hasta a los hombres segurito.

PD: Punto extra para el que reconozca el chiste que puse en el título y pueda contarlo.

2.10.2010

Mueran de la envidia y así

Y de pasada les presumo mi cabello, ajá

Y que ya me llegó la playera del escuadrón retro, tal vez algunos sepan de que hablo, tal vez otros no, lo que les puedo decir a los que saben de que estoy hablando es...

Mueran de la envidia Bitches!

pues me llegó hoy no se a que hora, me la envió Guffo, guffis luffis nuffis truffis, algunos ya habrán leído su blog o los que son de regiolandia lo habrán visto en algún periódico o revista de Garzalandia. a los que no, pues vayan a verlo

También me envió el libro de diarios del fin del mundo el día de mi cumpleaños pero se me olvidó venir a presumirles y todo lo demás.

2.06.2010

Para ser tan pequeña estás bien pechugona gallinona

Bien, ya regresé de vacaciones y estoy en el hospital de nuevo, con la novedad de que ya no somos 8 internos, ahora somos 6 por que una interna está de vacaciones y la otra, pues simplemente se ha enfermado tantas veces durante estos 7 meses, que no sabría decir a ciencia cierta que es lo que tiene ahora. Después de descartar todos los diagnósticos imaginables, empezamos a pensar en los inimaginables y los síntomas que nos quedan son los siguientes:

Taquicardia + Hipertensión + Mareos + Mujer extremadamente religiosa

=

Posesión demoniaca

Así es señores, ya que ningún diagnóstico ha podido ser corroborado por la ciencia, hemos determinado que nuestra compañera de trabajo, la cual es ultra religiosa, está poseida por algún tipo de demonio, probablemente por alguno muy flojo que no la deja levantarse a trabajar. Tal vez sea el demonio de "quererhacernossufrir" pues un par de manos, aunque sea uno tan inutil como el de ella, siempre va a poder hacer el trabajo de un mono cilindrero y entrar así a algunos pares de cirugías.

Como ayer, que me hubiera caido de perlas que alguien entrara a una cirugía en la que casi me desmayo por que me intoxiqué con el sandwish que tenía tanto tiempo antojada y al final de cuentas no quise hacer caso al jamón babosito con cosa blanca que le puse a mi pan, pero esa es otra historia.

Y entonces tenemos una compañera endemoniada, otra de vacaciones, una que no pela un chango a nalgadas (al menos ya no se ha desmayado como desde el primer día que llegó), uno que se la pasa planeando como matar al cirujano con el que tiene que pasar al mayoría de las mañanas, otro que por ser el jefe de internos nos tiene haciendo trabajo extra siempre y la dulce y tierna compañera que me cae super bien y de la cual no pienso quejarme, y el gringuito que no puede comunicarse bien con los pacientes y yo, una flojonaza sin oficio ni beneficio que se la pasa quedándose dormida en todos lados y claro, rogando por vacaciones... otra vez.

Yo si extraño al DF

Hablando de dormir, me sentí culpable por que ayer estuve de guardia y me la pasé dormida en partos, mientras mi compañero trabajaba arduamente tirado en el suelo poniendo férulas cual mecánico mal pagado. Le dijimos que se levantara del suelo, pero pues no quiso, seguro que en unos años lo va a contar como anécdota de sufrimiento y dolor... Bah! payaso! yo si dormí a todo dar desde las 11, en el hospital, hasta las 7 am, ni en mi casa duermo tanto, ja!


Y para los que no creen... cof vicky... cof... Du! cof cof, aquí está lo que cociné y comí el día de hoy, no será la gran cosa, pero yo solita herví, pelé y machaqué las papas y yo sola hice lo demás y así.

Y ya, creo, digo, no se, ¿me extrañan?

2.03.2010

La triste realidad


Y se acabaron las vacaciones, adiós levantarme poco antes del medio día, ir a desayu-comer a la plaza y medio llenar un sudoku mientras se me enfría la comida. No más caminar por ahí sin rumbo mirando pendejuelas, leyendo títulos de libros que nunca leeré y observando cajas de rompecabezas que tal vez algún día armaré.

Al menos no por hoy, ni mañana, ni los próximos 5 meses. Tal ves en 5 meses, pero ni de eso estoy segura aun.

Y ya regresé al hospital, primer día de hospital plus primer día de guardia, todo iba muy bien hasta que comencé a cansarme y a planear la manera en que regresaría al DF, hacer memoria de cuanto dinero me quedaba en el banco y cuanto gastaría tan solo en transportarme y luego si tendría el dinero suficiente para pagar una renta, por que obviamente no tengo a donde llegar. Y luego la comida, ya saben, si apenas y me alcanzaría para comprar cartones y armar una casa en alguna esquina del zócalo.

Total que me resigné por que me di cuenta que si alcanzo a irme al DF, si me alcanza para pagar una renta pero en el peor lugar del DF y sin poder pagar el depósito, terminaría prostituyendome por pan y barriendo las banquetas de algún parque, tomando mucho sol y adquiriendo así un gran bronceado.

Y ya, mejor me puse a trabajar por que pues eso de ya estar a la mitad del internado, sin dinero, sin casa ni comida, pues como que no te deja muchas opciones ¿verdad? ¿o si?