El verdadero significado de la libertad

Y así fue como decidí refugiarme en esta cueva. Vivir una vida llena de miseria no es para mi, en algún momento moriré y no me quedará más que el recuerdo de haber luchado contra la corriente haciendo lo mismo que todos. Vestir igual que todos, usar el mismo tipo de peinado, hablar correctamente y reprimir lo que quería decir, viviendo para los demás.

Por eso decidí irme a la playa, seguro que extrañaré muchas cosas, ir a la tienda de un lado a comprar toneladas de comida chatarra o la comodidad de una cama caliente. Pero tener a la tierra mojada como cama o poder salir a caminar entre las piedras me hace sentir tan viva como nunca me había sucedido.

Mi cabello está creciendo y nunca lo peino, aun así, en ocasiones miro mi reflejo en el agua, reconozco que lo hago por pura vanidad, y al verme me siento más hermosa que nunca. Por la ropa no me preocupé mucho, llegué con un vestido blanco, poco a poco perdí partes de el, ahora solo es un pequeño pedazo de tela añejo sin aspiraciones de ser mostrado en un Fashion Week, sin embargo me parece que me sienta bien llevarlo.

La comida es poca, pero nunca he sido una fan, en ocasiones la robo por las noches de tiendas cercanas al lugar donde ahora vivo, otras simplemente las tomo de las casas de los americanos que vienen a pasar sus vacaciones en casas de playa vecinas a mi cueva, me siento muy feliz haciéndolo, me recuerda a reportajes sobre osos que roban la comida a campistas.

Mi piel ya no es tan blanca como antes, se ha bronceado; me gusta sentarme en alguna piedra a la orilla del mar a ver el atardecer, tal vez no sea el más hermoso que haya visto, pero es mi mejor momento del día; cuando estoy ahí y el viento sopla muy fuerte me siento como una sirena, la más hermosa, la más libre y la más feliz de todas las sirenas.

Aunque mi voz no sea la bella.