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Si de médico no la hago, tenganlo por seguro que de enfermera ya la hago, les contaré la historia de como llegué a esa conclusión.

Resulta que desde que llegué aquí había tenido ciertas dificultades técnicas (llamemoslo así) para poder canalizar pacientes, el estrés o el nervio de no tener enfermera (ah, por que no tengo enfermera desde nunca), llámenlo como quieran, pero me la pasaba ponchando venas a lo baboso y al final terminaba poniendo piquetes medianamente efectivos en la nalga.

Total que al picado de alacrán que les contaba en episodios anteriores ya lo pude canalizar, tiene 12 años el niño, le di piquete en la mano y pues, ¿adivinen que?, no le atiné de nuevo, seguí el consejo de mi buena adri y busqué vena más arriba, resultado... no, no la ponché, ahora si le atiné.

Remontandome aún más atrás en la historia, durante el internado, cuando canalizaba a un paciente, siempre de los siempres lo canalizaba en la mano, comodidad o como quieran llamarlo, ponché una que otra, pero al final aprendí y no me daba el mayor problema, cabe mencionar que esa no es obligación de nosotros, pero algo durante todo el internado me decía que no iba a tener enfermera y que necesitaba aprender esas habilidades básicas que caracterizan a una buena enfermera.

Continuando con la historia original, anoche la lluvia estaba a todo lo que daba, como siempre, y se fue la luz, como siempre, total que estaba yo durmiendo placidamente y con ese sueño de oso que me caracteriza, ni cuenta me había dado que estaba lloviendo, como siempre, de repente, escucho un lejano y débil, DOCTORAAAA!, no, en realidad si era lejano y debil, algo así como, doctoraaaaaaa.

Yo super espantada dije, VOOOYY! yo si grité, y pregunté quien era y todo ese show que tiene uno que hacer cuando es de noche y llega alguien a pedir consulta, y creo que jamás adivinarían que era lo que había llegado de urgencia a eso de las 4 am., otro picado de alacrán!
Pero Oh! sorpresa, no había luz, pensé rápida y presurosa en mandarla al pueblo más cercano a ver si allá si tenían luz, por que la niña requería canalización, pero, sintiendome segura, por haber podido canalizar al otro lepe y por que si me dió culito que se pusiera grave en el camino, pues decidí hacerle a la del calimán y canalizarla a oscuras.

Una vela pedorrera que me daba luz nada más en la cara fue mi compañera en esa aventura, acerqué todas las cosas, mucité el ya famoso padre nuestro, exactamente dije, "diosito dame puntería" y a picar donde mi amiga adriana ya me había instruido que era más fácil, y yo se que les va a cagar esta pregunta, pero, ¿adivinen que?, nada, nomás no dio sangre la cochinada. después de dos intentos y mucitar un "chingada madre" cambié al lugar donde usualmente canalizaba en el internado y YAJU!! dió sangre. Le pasé el suero y los síntomas sedieron, como tampoco tenían luz en casa, no estaban seguros de que hubiera sido un alacrán, pero por la sintomatología concluí que era eso y funcionó.

Mi compañera en esta aventura! la pedorrera vela...

Así que amigos mío, me he graduado de enfermería, supongo que esa ha de ser la prueba final, les vendan los ojos y a canalizar a un individuo incauto de venas regularmente frágiles, ¿no?

Amén!

PD: Mi padre me regañó por andar haciendo eso (no se si sepan que también es doitor), que la primera regla es siempre "No dañar" pero pues, yo pienso y opino que hay ocasiones en las que tienes que poner las cosas en la balanza, si el pueblo vecino, que está a 9 kms tampoco hubiera tenido luz, la niña hubiera tenido que hacer un viaje de 1 hora al hospital más cercano y ya estaba presentando síntomas sistémicos. Riesgo beneficio amigos, ni más ni menos.
PD II: No lo intenten en casa.