El supermercado es una jungla

(Me encanta el mango verde)

Leyendo otro blog, me encontré con que no soy la única a la que le cagan los vendedores en el supermercado (es el último artículo que tengo en mis cosas para recomendar). Cuando vives solo, no te queda de otra que hacer tu mandado. Y ya se que últimamente he escrito mucho de comida, pero que el en pan piensa... hambre tiene.

Bla bla bla... el caso es que ir a comprar tus sacrosantos alimentos debería de ser un momento relajado, tranquilo, bello y sublime, donde eliges lo que entrará a tu cuerpo durante los siguientes días (dependiendo de cuanto compres), pero no todo es perfecto y les diré por que:

Esos pequeños seres
demonios chillones de los alimentos

el edecán del producto

Los hay de varios tipos, pero todos ellos tienen como fin el intentar venderte algo que no quieres o que en realidad no tienes el menor interés en probar, según mis análisis podemos encontrar:

1. El gritón: Normalmente vendedor de productos embutidos, que lo único que quieren es embutirte un kilo de su producto malo y feo, pero sobre todo, no se confundan, caro!, te ofrecen muestras gratis de jamón o salchicha cortada con una mano sin guante y luego tomada con la mano con el, para hacerte pensar que todo está limpio (nota: iugh)

2. Micrófonos y música: Lo nombré así, por falta de imaginación, pero estas personitas las he visto en dos partes principalmente, en la entrada de la tienda y también en la sección de embutidos (vaya que son persistentes), en realidad lo que hacen es marearte con la cantidad de música boba a alto volumen, esto para aprovecharse cuando te encuentran débil y venderte sus productos... según mis investigaciones ellos creen que la música agrada a las personas, así como la sarta de babosadas que dicen por micrófono.

3. Las señoritas: Localizadas en la sección de lácteos y cereales, te ofrecen amablemente sus productos, el truco se encuentra en que se ponen frente al producto que en realidad quieres comprar, obligándote así a escucharlas o dirigirles la mirada, usualmente uniformadas o muy bien vestidas. Cuidado! uno de sus trucos es ofrecerte una muestra de su producto o darte algún tipo de oferta en la que en realidad no sales ganando nunca.

4. Chef's: O algo así, son puestos localizados en lugares específicos, donde alguien quiere regalarte comida gratis, que en ese mismo lugar están preparando. Suele ser muy tentador, pues en ocasiones huele muy bien, suelen ser como el canto de las sirenas, tapen su nariz.

5. Los cajeros: Si! esos seres también! han caído en las garras del consumismo, ofreciéndonos productos justo antes de pagar, ya sean frijoles, latas o alguna otra cosa que probablemente hayamos olvidado buscar en el camino a caja. En lo personal son los más útiles, pero en ocasiones también ofrecen tarjetas de descuento que ya tienes o no quieres.

6. Especie nueva sin clasificar: Aun no se conoce el modus operandi de este sujeto, al parecer es una mujer que aparenta ser una consumidora más, para después descubrir que intenta venderte algún artilugio barato. Aparenta timidez y fragilidad.

7. Apéndices: No son vendedores en si, pero son productos de engaño, globos en la comida más apetecible para los niños, cubetas en los productos de limpieza, refractarios en las latas, dos productos por el precio de uno. Son tan solo señuelos para venderte algo que en realidad no necesitas.

Hasta el momento estas son las cosas que me distraen en ese momento sagrado que es el comprar tu comida. Y después de 3 años y medio de vivir sola y hacer esto por mi cuenta, no dejan de sorprenderme por su persistencia y nuevos métodos.

Cuidado amigos! el mundo es cruel y donde sea se esconden peligros inimaginables!

Algún espécimen que haya olvidado?

PD I: Post con párrafos pequeños para quique.
PD II: Lo que me recuerda que no he comido hoy, bueno, solo cereal, eso debe de bastar.
PD III: Mi mejor amiga cumple años y no aparece la canija. Se fue a tijuana y ni el celular trae, snif, yo que le había hecho una tarjeta muy bonita y le compré una paleta payaso.